Es una feria tremendamente divertida y de una vistosidad bárbara. Allí se va mas a pasear que a comprar. A ver, contemplar, también a lucirse y a ser visto. Es un escaparate único de marketing para las marcas pero a nivel comercial habría que preguntarles a éstas, si este tipo de shows les funcionan.
Este año las marcas se han estrujado, más que nunca, las mentes para ser las más originales, ocurrentes y creativas para exponer sus colecciones. Puesta en escena con películas clásicas, reinventados los maniquíes o escaparates vivos. Toda una creatividad que no se ve en otra feria de moda.
Te cruzabas con modelos dentro de una burbuja de aire:
Escaparates vivos con las últimas creaciones en complementos
Para las que no hayáis estado nunca os contaré que las marcas estén divididas en varios pabellones según el estilo que presenten. Y bordeando a los pabellones calles de animación con; restaurantes, improvisadas pasarelas para desfiles de moda con música electrizante o chill out, ocurrentes zonas de descanso con cojines a moda de neumáticos y muchas, muchas cosas más.
A mí de todas las zonas, la que más me va es Fashion Now.
Lo más creativo. Las azafatas y azafatos de la feria vestidos a moda de guardia militar con bonitas boinas y la exposición de diseños de faldas Denim. Único.
Lo más original. Pill. Píldoras. Un stand con atractivos botes de caramelos simulando pastillas en donde podían escogerse la etiqueta con mensajes divertidos.
Nos llamó la atención este año. Su carácter internacional. Firmas de moda japonesas.
Lo que más me gustó. Lo complementos de la firma norteamericana, Ed Hardy, muy utilizada por las celebrities de Hollywood, y que conocí cuando estuve hace cuatro años en Los Angeles. Me chiflaron sus accesorios para coustumizar móviles y PC´s.
Como recuerdo de nuestra visita “Brand Bible” de B&B por si algo nos hemos dejado en el tintero.
Auf Wiedersehen Bread & Butter. Te echaremos de menos.
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